4 recomendaciones para limpiar los neumáticos de su coche

Normalmente, nos preocupamos más por mantener impecable la carrocería de nuestro automóvil que los neumáticos. Si éstas son las zonas que más se pueden ensuciar, ¿de qué sirve lavarlas? Más de lo que cree. A continuación, repasamos la importancia de hacerlo, así como cuatro estrategias de limpieza de llantas a nivel de expertos.

¿Por qué es importante lavar los neumáticos de su coche?

Además de su valor estético, la limpieza de los neumáticos tiene un valor más utilitario. ¿Se ha fijado en que toda su longitud está cubierta por una serie de surcos? Se denominan bandas de rodadura y cumplen dos funciones principales: ofrecen adherencia y eliminan la acumulación de agua entre ellas y la superficie para evitar un proceso conocido como aquaplaning.

La superficie de los neumáticos se volvería totalmente lisa y perdería tracción si las ranuras se llenaran de suciedad, gravilla u otros residuos. Es obvio que su seguridad está en peligro, por lo que prestar atención a estos consejos será muy beneficioso.

Los neumáticos deben estar fríos

Los frenos aportan grandes cantidades de calor a los neumáticos. Este calor provoca la evaporación prematura del agua, el jabón y otras soluciones de limpieza. Por lo tanto, es crucial limpiarlos cuando están completamente fríos para obtener los mejores resultados.

Un cepillo para la llanta y otro para el rin

Utilizar una cubeta llena de abundante agua jabonosa ha sido y seguirá siendo la técnica más eficaz para lavar las ruedas. Sin embargo, utilizar el mismo cepillo para rines y llantas es un error bastante común. Se aconseja que cada pieza disponga de un cubo y un instrumento de limpieza propios.

No se le olviden las zonas más difíciles

Para una limpieza a fondo, lo mejor es desmontar todos los neumáticos del coche y lavarlos individualmente, sobre todo si tiene llantas Michelin. Pero como el tiempo y el espacio son limitados, le aconsejamos que utilice un cepillo de dientes viejo para llegar a los puntos más difíciles de alcanzar, que se limitan a los del interior y a los que quedan ocultos por las tuercas de las ruedas.

Sus mejores aliados son los productos de limpieza

Hoy en día existen muchos tipos de soluciones de limpieza, todas ellas a precios relativamente bajos. Si investiga un poco, descubrirá que algunos de ellos actúan para que las llantas queden más claras, otros sirven para eliminar las peores manchas y algunos dejan tras de sí una capa protectora muy eficaz.

Siguiendo estas sugerencias, podrá prolongar la vida de sus llantas y conseguir un rendimiento óptimo durante la conducción, además de hacer que parezcan limpias y relucientes.

¿De qué está hecha una llanta de bicicleta?

El componente inicial de un neumático de bicicleta se denomina carcasa y está recubierto por una capa de caucho y resina. La parte más aparente del neumático de bicicleta es la banda de rodadura, que se encuentra fuera de la carcasa.

La carcasa del neumático está compuesta por hilos de algodón o nylon trenzados bastante gruesos, que le dan su forma redondeada y una excelente elasticidad. La flexibilidad del neumático y la rigidez de los flancos dependen del número de hilos de la carcasa. Esto determina el potencial de flexión del neumático en tres aspectos: confort, rendimiento y absorción de impactos. El número de hilos por pulgada, o TPI o EPI, indica la densidad de la carcasa. Este número puede oscilar entre unas pocas docenas y más de trescientos hilos por pulgada (1 pulgada = 2.54 cm) en el caso de los neumáticos de bicicleta. Un neumático es más flexible y de mayor calidad si su índice TPI es más alto. En realidad, un mayor número de hilos en una superficie determinada indica que los hilos son extremadamente finos y propensos a la deformación. Si el TPI es alto, también hay menos goma entre los hilos, lo que ayuda a controlar el peso.

La "chapa" es un revestimiento de caucho y otros materiales -en concreto, resina- que se aplica a la carcasa. También afecta a la resistencia, la flexibilidad y el aspecto del neumático.

La banda de rodadura es la parte del neumático que está en contacto directo con el suelo en su parte central. Para aumentar la vida útil del neumático y su resistencia a los pinchazos, el caucho suele ser más duro aquí. La banda de rodadura de los tacos también tiene un perfil que se adapta al modo de uso de la bicicleta. Las cubiertas con tacos más marcados están pensadas para la bicicleta de montaña y los terrenos blandos, mientras que las cubiertas casi o totalmente lisas son mejores para carreteras asfaltadas o terrenos duros y compactos.

Para aumentar la resistencia a los pinchazos, algunos neumáticos pueden incluir un refuerzo de Kevlar intercalado entre la banda de rodadura y la carcasa.

Por último, las llantas ayudan a mantener la posición del neumático. Pueden ser flexibles (plegables), con aros de Kevlar, o rígidas, con alambre de acero. Las llantas flexibles se pliegan, son más ligeras y más fáciles de desmontar. Los neumáticos rígidos suelen ser menos costosos.